Para poder cumplir nuestras metas personales, algo que tenemos que considerar es a las personas de nuestro alrededor; ya que pueden apoyarnos en la toma de decisiones, resolución de problemas o facilitarnos situaciones.
Lo primero a realizar es: identificar quienes son las personas que nos pueden apoyar y cuales se verán impactadas positivamente o negativamente, en el cumplimiento de nuestra meta. Esto con la finalidad de conocer las necesidades, intereses y su poder de influencia que tienen sobre nuestra meta.
Teniendo esta identificación procedemos a clasificarlos de Alto a Bajo por Interés y por Poder de influencia.
Una vez que conocemos las necesidades, intereses y poder de cada persona, tenemos que desarrollar el cómo manejar su participación y compromiso. Esto nos dará a conocer cómo tratarlas, qué decirles, qué preguntarles, cómo obtenemos lo que necesitamos de ellas, cómo mantenerlas satisfechas con el apoyo.
Cuando conocemos sus necesidades y las escuchamos podemos saber el cómo lograr su participación y su compromiso hacia alguna tarea específica en nuestra meta, algo importante de considerar es que entre más pronto realicemos este análisis, más pronto generaremos confianza y las expectativas serán mejor controladas, entre más pase el tiempo la expectativa será mayor y menos alcanzable.
Durante este proceso debemos observar si las personas reaccionan con un cambio de parecer, positiva o negativamente, porque en eso nos indica que tendremos que cambiar la forma de nuestro trato o atención para volver a conseguir o mantener su atención. Consideremos que tratamos con personas que todas son diferentes, que tienen personalidad, situación distinta y que reaccionan diferente a otras en la misma situación, por lo tanto la forma de trato, puede ser una al principio y otra distinta en otro momento del compromiso.
Es casi imposible quedar bien con todos las personas involucradas, pero manejar su influencia y atención para mantenerlos comprometidos, es la clave del éxito.
