“Saber es prever y prever es poder”, frase propuesta por el filósofo francés Augusto Comte nos invita a plantearnos una serie de importantes reflexiones: ¿podemos considerarnos como los arquitectos de nuestros destinos?, ¿tenemos claridad de una visión de futuro a alcanzar?, y ¿sabemos cuáles son las acciones que nos podrán permitir alcanzar ese futuro deseado?
La Prospectiva, término de origen francés, es considerada como la disciplina que se esfuerza en anticipar lo que sucederá para aclarar la acción del presente a la luz de futuros escenarios posibles; y el Planeamiento Estratégico es el ejercicio que permite determinar las acciones que permitirán alcanzar el futuro deseado considerando factores externos como internos.
El desarrollar un pensamiento estratégico bajo un enfoque prospectivo posee un alto valor para el profesional competente que busca generar un aporte importante en la Organización en la cual se desempeña; y las organizaciones, por ende, deben desarrollar planes estratégicos bajo un enfoque prospectivo ya que ello les permitirá orientar sus esfuerzos hacia un futuro deseado, realista y alcanzable.
El primer paso para este esfuerzo será analizar prospectivamente, con un importante aporte participativo-colaborativo, los escenarios que conllevarán los futuros posibles bajo un horizonte determinado, mientras mayor sea la cantidad de futuros posibles mayor será el nivel de incertidumbre a afrontar. Luego de ello se determinará el futuro deseado y se definirán los ejes estratégicos a accionar junto con sus variables o puntos de acción. Como siguiente etapa, a través del planeamiento estratégico se definirán los caminos, llámense estrategias, que permitirán alcanzar ese futuro deseado y se determinarán los objetivos anuales junto con sus indicadores de gestión. Como tercera etapa se efectuarán análisis complementarios como los recursos necesarios, la gestión del cambio, mejoras a la estructura organizacional para finalmente construir un cuadro de mando de control, denominado Balanced Scorecard, el cual permitirá monitorear anualmente el avance de las estrategias y cumplimiento de los objetivos trazados.
El monitorear y controlar el avance periódico de los objetivos propuestos será un elemento fundamental, en el sentido de ofrecer alertas a la Organización de mantener el rumbo o efectuar las acciones correctivas pertinentes.
La prospectiva permite analizar los futuros posibles para una organización y el planeamiento estratégico determinar las acciones para hacer realidad el futuro escogido; por tanto, siempre será necesario el saber hacia dónde dirigir nuestros esfuerzos; ya que como bien mencionó el filósofo griego Séneca, “ningún viento será favorable para aquel que no sabe hacia dónde va”.
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